Por fin, después de pasarme semanas, de aquí a allí, casi corriendo, con café en lugar de sangre (muy cargado, con mucho azúcar, pero sin sentido).
Hacía tiempo que no me calzaba unos tacones. Hacía tiempo que no me dolían los pies, y lo echaba mucho de menos.
Llegó la hora de cambiar café por vodka y ojeras por maquillaje.
Celebremos el fin del primer curso de universidad...

Celebremos -o no, mejor no- que este año se me escapó entre los dedos.
Celebremos que mi pelo ya no olerá a tabaco cada vez que salga de mi cafetería favorita.
Celebremos que, al menos por ahora, ya no tendré que hacer malabarismos con el tiempo para poder verle.

Que podré volver a atrasar la alarma del despertador cinco minutos... y otros cinco más sin sentirme tan culpable
Celebremos el hecho de que tengo un millar de cosas personales por hacer y que eso me recuerda que hay vida fuera de la facultad. Celebremos ahora que no llueve, ahora que sabemos cómo.

Sentirse bien y más culta.
Celebremos eso tambien.

Que volveré a prometerme a mi misma no dejar las cosas para el último día y que volveré a fracasar.
Celebremos que el acostarme tarde ya no será por obligación
Que la cafetera tendrá su merecido descanso y que este blog volverá a ser actualizado cada poco.
Por celebrar que no quedeCelebremos que cada vez falta menos para el 15 de Julio...
y que he aprendido a decir que no.
Celebremos que un rayo de sol puede cambiar al color del día
y que tengo tiempo para verme por decimotercera vez los 236 capítulos de FRIENDS
Siempre hay algo que celebrar! Como me gusta el verano, es una pena que se escape tan rápido. Mil cosas que hacer y muchas ganas de relax.
ResponderEliminar...singing in the rain...